La Enseñanza del Español en I y
II ciclos de la
Educación General Básica
Lic. Joao Antognioni Loáiciga Guzmán
“Antes de aprender a leer todas las palabras escritas parecen:
patas de mosca sobre una hoja blanca”
(S. Dehaene)
La impronta que genera la asignatura
de Español, cuando se enfoca en los primeros años de enseñanza, tiende a
generar la sensación de reducirse únicamente al proceso de alfabetización;
proceso de por sí medular e importantísimo para la vida de las sociedades
modernas. Es por esto que, en el
presente informe, se procurará hacer una descripción somera de lo que persiguen
los contenidos programáticos de la asignatura tanto los primeros años del I
ciclo como del producto esperable al finalizar el II ciclo, siempre visto este
tópico a través de la lente de la crítica profesional.
Parafraseando a Fernando Savater
cuando se dejaba afirmar aquellas insignes palabras en su obra maestra “El valor de Educar”, afirmaba que se
hablaba de los maestros de primaria con cierto desdén como si se pudiera ser
algo más en esta vida, reivindicando así la labor noble y esencial que realizan
o, al menos, deberían realizar nuestros maestros de primaria. Visión esta que se ha venido diluyendo con el
pasar de los años dando otro enfoque social a la labor del maestro de primaria,
claro está.
No obstante, atendiendo a las
palabras del filósofo español, la enseñanza lingüística en los primeros años de
la vida escolar es uno de los más hermosos peldaños académicos en la vida de
los estudiantes; por su puesto cómo no valorarlo si a través de las primeras
letras que los seres humanos logramos vincularnos con el resto del mundo
conocido y partir de ahí para formar nuevos y más complejos conocimientos. Al respecto se acota en la sección
introductoria de los programas de Español de I y II ciclo:
La
alfabetización del siglo XXI significa por eso algo más que leer, escribir o
entender la aritmética básica; significa poder entender y expresarse en los
símbolos de nuestro tiempo, en los diversos lenguajes con los que nos
comunicamos y en todos los campos de la vida; en la ciencia y en la tecnología,
en la política, en el trabajo y el comercio, en el afecto y en el miedo, en el
arte y en la cultura. (MEP, 2013. Pp. 3)
Pues
es de acá de donde se desprende una nueva forma de concebir la enseñanza del
Español en la primaria. Justamente
redimensionando el hecho lingüístico no solo como un sistema simbólico
abstracto, sino más bien propiciando un acercamiento afectivo y efectico con la
lengua como vehículo que posibilita la vida en sociedad y la construcción de
nuevas estructuras cognitivas.
Los nuevos programas proponen
brindarle significado a las situaciones comunicativas que se estudian dentro de
la asignatura, ya no deslindadas de su contexto y referente social, sino más
bien dotando los contenidos de pertinencia social:
La
asignatura de Español tiene como propósito fundamental el desarrollo de la
competencia comunicativa y lingüística en forma efectiva e independiente.
Además, pretende que los estudiantes puedan desenvolverse adecuadamente en las
diversas situaciones y contextos de la vida cotidiana, presente y futura. (MEP,
2013. Pp. 14)
De nada le sirve al ser humano aprender el alfabeto si al
final de cuentas se relega a una herramienta más en el almacén, la cual no se
utiliza. Jaques Sagot refería así el alfabeto, en el sentido de que hay que
retribuirle a la capacidad lectora sus justas dimensiones:
El alfabeto es un instrumento, no un fin en sí
mismo. Resta saber para qué se usa. ¿De qué nos sirve leer si lo único que
consumimos son porquerías? No nos dejemos engañar por nuestros altos índices de
alfabetización. Estamos fallando en la parte más significativa de la cultura:
esa que viene después del A, B, C. (Sagot, J. 2009)
Respecto de la enseñanza de los
procesos de lecto- escritura, queda harto claro que los retos para mejorar
requieren un trabajo arduo y comprometido por parte de los maestros de
primaria. En este sentido, son encomiables las palabras del señor Sagot quien
“da en el clavo”: el desafío es ir más allá, no solo darle la herramienta al
estudiante, sino que él pueda emplearla, enriquecer su mundo con ella
comprendiendo, analizando y respondiendo, pero sobre todo produciendo con
efectividad textos escritos.
En
relación con el lenguaje escrito nos dice Alberto Manguel: “Para cumplir con
ciertas responsabilidades cívicas y disfrutar de ciertos derechos sociales, un
ciudadano necesita saber descifrar el código a través del cual la sociedad
formula (…) anuncios de todo tipo. (…) El conocimiento de las letras del
alfabeto y de las reglas de sintaxis es necesario tanto para el ciudadano como
para su sociedad” (2007). Igual de importante y necesario es que toda la
ciudadanía esté en la capacidad y disposición de disfrutar, apreciar y entender
la literatura, además de expresar su sentir y su pensar por medio de las
letras. (MEP, 2013. Pp.9)
Hay
que recordar acá que la escritura constituyó uno de los principales hitos
históricos; la sociedad moderna reconoce aún que el lindero entre la
Pre-historia y la Historia radicó en la aparición de la escritura que fue todo
un salto cultural, por lo cual la enseñanza de la lecto- escritura no es un
mero requerimiento social, posee un valor histórico cuantioso que no puede
soslayarse jamás. Enorme y mal
reconocida tarea tienen los docentes de primaria al respecto, pero sería
acertado cuestionar si existe conciencia de los alcances que su labor posee.
Desde
luego, en los nuevos programas de primaria se intenta abordar la cuestión
integralmente, no solo desde el reto que significan los procesos de aprendizaje
de lecto- escritura, si no también involucrando las demás áreas de la lengua de
forma tal que, vinculadas, logren un auténtico aprendizaje significativo en
cuanto a comunicación se refiere.
A
propósito, indica el programa lo siguiente:
Las competencias lingüísticas giran en
torno a la comunicación oral, la comprensión lectora y la producción de textos,
por lo cual se busca desarrollar:
- El empleo del lenguaje como medio para comunicarse (en forma
oral y escrita) y como vía para aprender.
- La toma de decisiones fundamentada en la información, que
permita la expresión y desentrañar los sentidos de textos orales y escritos.
- La comunicación
efectiva y afectiva.
- La utilización del lenguaje como una herramienta para
representar, interpretar y comprender la realidad. MEP, 2013. Pp.15)
Como
resulta notorio, el esfuerzo macro-curricular inscribe un marco integral
tendiente al desarrollo y fortalecimiento de competencias comunicativas por
parte del niño, mediante la ejercitación de habilidades lingüísticas básicas
como las que señalan en la cita precedente.
Así
las cosas, resulta necesario establecer un nexo con las necesidades
lingüísticas que se intentan abastecer posteriormente en la Educación
Secundaria, lo cual brindará algunos criterios profesionales para valorar los
alcances que real y comparativamente se han obtenido en estos años de
aplicación.
Entre
tanto, conviene señalar las competencias que, según el Ministerio de Educación
Pública (MEP), debe poseer cada estudiante al finalizar cada ciclo,
posteriormente se hará una referencia comparativa; de acuerdo con las metas
programáticas estos son los perfiles esperables:
I Ciclo
Expresión y comprensión oral: Al finalizar el primer ciclo de
la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
- Escuchar, comprender y apreciar lo que los demás expresan con
el fin de recordar lo más significativo y ser capaz de reaccionar por medio de
comentarios, preguntas, respuestas y otras.
- Expresar sus opiniones, dudas y comentarios con espontaneidad
y seguridad.
- Expresar textos orales claros y adecuados al contexto
comunicativo con una correcta articulación y proyección de la voz.
- Comunicar textos orales con cohesión, coherencia y adecuación
al contexto comunicativo.
- Lectura:
Al finalizar el
primer ciclo de la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
- Apropiarse del código del lenguaje escrito.
- Comprender la lectura de textos: narrativos, descriptivos,
explicativos e informativos.
- Apreciar y disfrutar el significado y la forma de los
diversos textos.
- Interesarse por leer para descubrir, disfrutar, informarse y
comprender el sentido de diferentes textos escritos.
- Visualizarse como lector (a) mediante el disfrute y el
descubrimiento de los textos escritos.
Escritura:
Al finalizar el
primer ciclo de la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
- Utilizar el código alfabético para la producción y expresión
escrita.
- Desarrollar progresivamente una escritura legible, con ideas
y propósitos claros.
- Apropiarse de la producción textual.
- Visualizarse como escritor (a) de textos que respondan a las
necesidades de comunicación personales y a las del ambiente escolar.
- Respetar las normas convencionales de ortografía en la
producción textual.
- Utilizar un vocabulario básico cada vez más amplio, acorde
con las necesidades de la producción textual.
- Utilizar las nociones gramaticales elementales necesarias
para la comprensión y la expresión oral y escrita.
Expresión y comprensión oral:
Al finalizar el segundo ciclo de la Educación General Básica
cada estudiante será capaz de:
Utilizar el lenguaje para comunicarse con claridad, fluidez e
interactuar en distintos contextos sociales y culturales.
Analizar situaciones; identificar los problemas; formular preguntas; razonar
las respuestas; emitir juicios; proponer soluciones y tomar decisiones.
Valorar los razonamientos y las evidencias proporcionadas por otros, con el fin
de replantear los puntos de vista propios.
Utilizar las estrategias básicas de comunicación oral, ya sean de tipo
lingüístico (cambiar una palabra por otra, recurrir a una palabra parecida en
significado, entre otras) o paralingüístico (mímica, postura corporal, gestos,
dibujo, entre otros).
Reconocer las formas gramaticales que le permiten: formular preguntas, afirmar,
negar, expresar la posesión y el género, cuantificar, describir, narrar, expresar
hechos u acciones pasadas, presentes y futuras en la comunicación.
Valorar los comportamientos sociolingüísticos que facilitan las relaciones de
convivencia en las situaciones estudiadas.
Demostrar
competencia comunicativa plena en el lenguaje oral como medio de realización
personal y social y como base para la adquisición y desarrollo del lenguaje
escrito.
Lectura:
Al finalizar el
segundo ciclo de la Educación General Básica el estudiantado será capaz de:
- Continuar desarrollando en forma autónoma sus hábitos
lectores.
- Avanzar progresivamente en la eficaz comprensión del texto
escrito narrativo, descriptivo, explicativo e informativo, así como en el
diálogo y la argumentación.
- Buscar, seleccionar, analizar, evaluar y utilizar la información
proveniente de diversas fuentes.
Nótese
que hay una afirmación en el encabezado de los dos ciclos, la afirmación
comienza con la fórmula generalizadora “Al
finalizar el ciclo, cada estudiante será capaz de…” sin embargo, resulta pretencioso que esto
suceda tal cual se plantea. Existen
diferentes estilos y ritmos de aprendizaje, inteligencias múltiples,
necesidades educativas especiales que vislumbrarían un panorama distinto al
esperado. De hecho, el mismo programa
provee elementos de juicio que sitúan a Costa Rica en una posición desfavorable
en cuanto los resultados en las pruebas PISA 2009+, otorgándole nada menos que
la casilla número 45 de más de 70 países que participaron en esta medición, la
cual contempla justamente la evaluación de las competencias comunicativas que
se esperan según el programa de I y II ciclos.
Lo anterior aunado al desfase, que
se intenta amortiguar con los contenidos programáticos de Lógica en Secundaria,
pone de manifiesto que existe una necesidad urgente por implementar de manera
eficaz los presupuestos curriculares que se contemplan en primaria desde el año
2013
Para los docentes de Español de
Secundaria, resulta clarísimo el divorcio entre los que se supone esperable en
los estudiantes que devienen del sistema de primaria y el panorama que
realmente enfrentamos en todas las áreas de la formación lingüística: la
escritura (caligrafía y ortografía, por mencionar un elemento básico), hábitos
de lectura, capacidad de comprensión lectora, desarrollo de habilidades comunicativas
orales entre otros aspectos, pareciera más bien que se estuviera amputando el
programa, y que los estudiantes están llegando con un aprendizaje sesgado de lo
que es la lengua y la comunicación.
En este sentido, es mucho el trabajo
que resta por hacer en distintos ámbitos para sanear la enseñanza y canalizarla
por la senda adecuada. Primero, hay que revisar la formación lingüística de los
docentes de primaria, establecer fortalezas y atender las debilidades
formativas para ofrecer una mejor calidad académica y pedagógica a los
niños. No basta con contemplar todos
estos cambios programáticos, es necesario abastecerlos de insumos intelectuales
apropiados.
Por su parte, las políticas
educativas, pese a que entran en vigencia a través de la vía del decreto, son
similares a una ley; una ley sin reglamento, simplemente no camina, queda
infructuosa en tanto que carece de aplicabilidad. Así entonces, estas políticas habría que
enriquecerlas al menos con un manual de aplicabilidad para que su implementación
no sea solo una mera propuesta metodológica lejana y muchas veces,
inalcanzable.
En el orden de lo puramente
curricular, ya son conocidos los esfuerzos multilaterales de algunos
profesionales del área que ya trabajan en articular los programas de los
diversos ciclos con el fin renovarlos, rediseñarlos y brindar aires de cambio a
la enseñanza de la lengua y la literatura, no únicamente desde el cambio de los
contenidos, sino también vinculando los contenidos con lo pragmático, con lo
metodológico dándole también un giro a la concepción de la mediación
pedagógica.
Hasta hoy queda claro que los retos
y desafíos son más numerosos que los logros y que los profesionales del ramo
estamos llamados a una vocación que permita cambios sustanciales, significativos
en por un aprendizaje significativo de la lengua y de mejores capacidades comunicativas. Esto es
una tarea impostergable dada la realidad multifacética que tenemos actualmente
con la comunicación a través de la internet y las redes sociales.
Referencias bibliográficas
Ministerio de Educación Pública (2013) Programa de Español de I y II ciclo. San José, Costa Rica.
Sagot, Jaques (2009) El costarricense no lee. En la nación 24 de setiembre, 2009.
Recuperado de http://wvw.nacion.com/ln_ee/2009/septiembre/24/
opinion2100290.html el 16 de diciembre,
2015 a las 7:00 p.m.
Savater,
Fernando (1997) El valor de educar. Editorial
Ariel. Barcelona, España.
No hay comentarios:
Publicar un comentario