jueves, 17 de diciembre de 2015

La Enseñanza del Español en I y II ciclo de la Educación General Básica: Perfiles y Retos Pendientes.

La Enseñanza del Español en I y II ciclos de la
Educación General Básica

                                                                               Lic. Joao Antognioni Loáiciga Guzmán

“Antes de aprender a leer todas las palabras escritas parecen:
patas de mosca sobre una hoja blanca”
(S. Dehaene)

            La impronta que genera la asignatura de Español, cuando se enfoca en los primeros años de enseñanza, tiende a generar la sensación de reducirse únicamente al proceso de alfabetización; proceso de por sí medular e importantísimo para la vida de las sociedades modernas.  Es por esto que, en el presente informe, se procurará hacer una descripción somera de lo que persiguen los contenidos programáticos de la asignatura tanto los primeros años del I ciclo como del producto esperable al finalizar el II ciclo, siempre visto este tópico a través de la lente de la crítica profesional.

            Parafraseando a Fernando Savater cuando se dejaba afirmar aquellas insignes palabras en su obra maestra “El valor de Educar”, afirmaba que se hablaba de los maestros de primaria con cierto desdén como si se pudiera ser algo más en esta vida, reivindicando así la labor noble y esencial que realizan o, al menos, deberían realizar nuestros maestros de primaria.  Visión esta que se ha venido diluyendo con el pasar de los años dando otro enfoque social a la labor del maestro de primaria, claro está.

            No obstante, atendiendo a las palabras del filósofo español, la enseñanza lingüística en los primeros años de la vida escolar es uno de los más hermosos peldaños académicos en la vida de los estudiantes; por su puesto cómo no valorarlo si a través de las primeras letras que los seres humanos logramos vincularnos con el resto del mundo conocido y partir de ahí para formar nuevos y más complejos conocimientos.  Al respecto se acota en la sección introductoria de los programas de Español de I y II ciclo:

La alfabetización del siglo XXI significa por eso algo más que leer, escribir o entender la aritmética básica; significa poder entender y expresarse en los símbolos de nuestro tiempo, en los diversos lenguajes con los que nos comunicamos y en todos los campos de la vida; en la ciencia y en la tecnología, en la política, en el trabajo y el comercio, en el afecto y en el miedo, en el arte y en la cultura. (MEP, 2013. Pp. 3)

            Pues es de acá de donde se desprende una nueva forma de concebir la enseñanza del Español en la primaria.  Justamente redimensionando el hecho lingüístico no solo como un sistema simbólico abstracto, sino más bien propiciando un acercamiento afectivo y efectico con la lengua como vehículo que posibilita la vida en sociedad y la construcción de nuevas estructuras cognitivas. 

            Los nuevos programas proponen brindarle significado a las situaciones comunicativas que se estudian dentro de la asignatura, ya no deslindadas de su contexto y referente social, sino más bien dotando los contenidos de pertinencia social:
La asignatura de Español tiene como propósito fundamental el desarrollo de la competencia comunicativa y lingüística en forma efectiva e independiente. Además, pretende que los estudiantes puedan desenvolverse adecuadamente en las diversas situaciones y contextos de la vida cotidiana, presente y futura. (MEP, 2013. Pp. 14)

            De nada le sirve al ser humano aprender el alfabeto si al final de cuentas se relega a una herramienta más en el almacén, la cual no se utiliza. Jaques Sagot refería así el alfabeto, en el sentido de que hay que retribuirle a la capacidad lectora sus justas dimensiones:
El alfabeto es un instrumento, no un fin en sí mismo. Resta saber para qué se usa. ¿De qué nos sirve leer si lo único que consumimos son porquerías? No nos dejemos engañar por nuestros altos índices de alfabetización. Estamos fallando en la parte más significativa de la cultura: esa que viene después del A, B, C. (Sagot, J. 2009)
           
            Respecto de la enseñanza de los procesos de lecto- escritura, queda harto claro que los retos para mejorar requieren un trabajo arduo y comprometido por parte de los maestros de primaria. En este sentido, son encomiables las palabras del señor Sagot quien “da en el clavo”: el desafío es ir más allá, no solo darle la herramienta al estudiante, sino que él pueda emplearla, enriquecer su mundo con ella comprendiendo, analizando y respondiendo, pero sobre todo produciendo con efectividad textos escritos.
           
En relación con el lenguaje escrito nos dice Alberto Manguel: “Para cumplir con ciertas responsabilidades cívicas y disfrutar de ciertos derechos sociales, un ciudadano necesita saber descifrar el código a través del cual la sociedad formula (…) anuncios de todo tipo. (…) El conocimiento de las letras del alfabeto y de las reglas de sintaxis es necesario tanto para el ciudadano como para su sociedad” (2007). Igual de importante y necesario es que toda la ciudadanía esté en la capacidad y disposición de disfrutar, apreciar y entender la literatura, además de expresar su sentir y su pensar por medio de las letras. (MEP, 2013. Pp.9)

            Hay que recordar acá que la escritura constituyó uno de los principales hitos históricos; la sociedad moderna reconoce aún que el lindero entre la Pre-historia y la Historia radicó en la aparición de la escritura que fue todo un salto cultural, por lo cual la enseñanza de la lecto- escritura no es un mero requerimiento social, posee un valor histórico cuantioso que no puede soslayarse jamás.  Enorme y mal reconocida tarea tienen los docentes de primaria al respecto, pero sería acertado cuestionar si existe conciencia de los alcances que su labor posee.

Desde luego, en los nuevos programas de primaria se intenta abordar la cuestión integralmente, no solo desde el reto que significan los procesos de aprendizaje de lecto- escritura, si no también involucrando las demás áreas de la lengua de forma tal que, vinculadas, logren un auténtico aprendizaje significativo en cuanto a comunicación se refiere.
A propósito, indica el programa lo siguiente:

Las competencias lingüísticas giran en torno a la comunicación oral, la comprensión lectora y la producción de textos, por lo cual se busca desarrollar:
- El empleo del lenguaje como medio para comunicarse (en forma oral y escrita) y como vía para aprender.
- La toma de decisiones fundamentada en la información, que permita la expresión y desentrañar los sentidos de textos orales y escritos.
- La comunicación efectiva y afectiva.
- La utilización del lenguaje como una herramienta para representar, interpretar y comprender la realidad.  MEP, 2013. Pp.15)

Como resulta notorio, el esfuerzo macro-curricular inscribe un marco integral tendiente al desarrollo y fortalecimiento de competencias comunicativas por parte del niño, mediante la ejercitación de habilidades lingüísticas básicas como las que señalan en la cita precedente.

Así las cosas, resulta necesario establecer un nexo con las necesidades lingüísticas que se intentan abastecer posteriormente en la Educación Secundaria, lo cual brindará algunos criterios profesionales para valorar los alcances que real y comparativamente se han obtenido en estos años de aplicación.

Entre tanto, conviene señalar las competencias que, según el Ministerio de Educación Pública (MEP), debe poseer cada estudiante al finalizar cada ciclo, posteriormente se hará una referencia comparativa; de acuerdo con las metas programáticas estos son los perfiles esperables:

I Ciclo
Expresión y comprensión oral: Al finalizar el primer ciclo de la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
- Escuchar, comprender y apreciar lo que los demás expresan con el fin de recordar lo más significativo y ser capaz de reaccionar por medio de comentarios, preguntas, respuestas y otras.
- Expresar sus opiniones, dudas y comentarios con espontaneidad y seguridad.
- Expresar textos orales claros y adecuados al contexto comunicativo con una correcta articulación y proyección de la voz.
- Comunicar textos orales con cohesión, coherencia y adecuación al contexto comunicativo.
- Lectura:
Al finalizar el primer ciclo de la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
- Apropiarse del código del lenguaje escrito.
- Comprender la lectura de textos: narrativos, descriptivos, explicativos e informativos.
- Apreciar y disfrutar el significado y la forma de los diversos textos.
- Interesarse por leer para descubrir, disfrutar, informarse y comprender el sentido de diferentes textos escritos.
- Visualizarse como lector (a) mediante el disfrute y el descubrimiento de los textos escritos.
Escritura:
Al finalizar el primer ciclo de la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
- Utilizar el código alfabético para la producción y expresión escrita.
- Desarrollar progresivamente una escritura legible, con ideas y propósitos claros.
- Apropiarse de la producción textual.
- Visualizarse como escritor (a) de textos que respondan a las necesidades de comunicación personales y a las del ambiente escolar.
- Respetar las normas convencionales de ortografía en la producción textual.
- Utilizar un vocabulario básico cada vez más amplio, acorde con las necesidades de la producción textual.
- Utilizar las nociones gramaticales elementales necesarias para la comprensión y la expresión oral y escrita.

Expresión y comprensión oral:
Al finalizar el segundo ciclo de la Educación General Básica cada estudiante será capaz de:
Utilizar el lenguaje para comunicarse con claridad, fluidez e interactuar en distintos contextos sociales y culturales.
 Analizar situaciones; identificar los problemas; formular preguntas; razonar las respuestas; emitir juicios; proponer soluciones y tomar decisiones.
 Valorar los razonamientos y las evidencias proporcionadas por otros, con el fin de replantear los puntos de vista propios.
 Utilizar las estrategias básicas de comunicación oral, ya sean de tipo lingüístico (cambiar una palabra por otra, recurrir a una palabra parecida en significado, entre otras) o paralingüístico (mímica, postura corporal, gestos, dibujo, entre otros).
 Reconocer las formas gramaticales que le permiten: formular preguntas, afirmar, negar, expresar la posesión y el género, cuantificar, describir, narrar, expresar hechos u acciones pasadas, presentes y futuras en la comunicación.
 Valorar los comportamientos sociolingüísticos que facilitan las relaciones de convivencia en las situaciones estudiadas.
 Demostrar competencia comunicativa plena en el lenguaje oral como medio de realización personal y social y como base para la adquisición y desarrollo del lenguaje escrito.

Lectura:
Al finalizar el segundo ciclo de la Educación General Básica el estudiantado será capaz de:
- Continuar desarrollando en forma autónoma sus hábitos lectores.
- Avanzar progresivamente en la eficaz comprensión del texto escrito narrativo, descriptivo, explicativo e informativo, así como en el diálogo y la argumentación.
- Buscar, seleccionar, analizar, evaluar y utilizar la información proveniente de diversas fuentes.

            Nótese que hay una afirmación en el encabezado de los dos ciclos, la afirmación comienza con la fórmula generalizadora “Al finalizar el ciclo, cada estudiante será capaz de…”  sin embargo, resulta pretencioso que esto suceda tal cual se plantea.  Existen diferentes estilos y ritmos de aprendizaje, inteligencias múltiples, necesidades educativas especiales que vislumbrarían un panorama distinto al esperado.  De hecho, el mismo programa provee elementos de juicio que sitúan a Costa Rica en una posición desfavorable en cuanto los resultados en las pruebas PISA 2009+, otorgándole nada menos que la casilla número 45 de más de 70 países que participaron en esta medición, la cual contempla justamente la evaluación de las competencias comunicativas que se esperan según el programa de I y II ciclos.

            Lo anterior aunado al desfase, que se intenta amortiguar con los contenidos programáticos de Lógica en Secundaria, pone de manifiesto que existe una necesidad urgente por implementar de manera eficaz los presupuestos curriculares que se contemplan en primaria desde el año 2013

            Para los docentes de Español de Secundaria, resulta clarísimo el divorcio entre los que se supone esperable en los estudiantes que devienen del sistema de primaria y el panorama que realmente enfrentamos en todas las áreas de la formación lingüística: la escritura (caligrafía y ortografía, por mencionar un elemento básico), hábitos de lectura, capacidad de comprensión lectora, desarrollo de habilidades comunicativas orales entre otros aspectos, pareciera más bien que se estuviera amputando el programa, y que los estudiantes están llegando con un aprendizaje sesgado de lo que es la lengua y la comunicación.

            En este sentido, es mucho el trabajo que resta por hacer en distintos ámbitos para sanear la enseñanza y canalizarla por la senda adecuada. Primero, hay que revisar la formación lingüística de los docentes de primaria, establecer fortalezas y atender las debilidades formativas para ofrecer una mejor calidad académica y pedagógica a los niños.  No basta con contemplar todos estos cambios programáticos, es necesario abastecerlos de insumos intelectuales apropiados.

            Por su parte, las políticas educativas, pese a que entran en vigencia a través de la vía del decreto, son similares a una ley; una ley sin reglamento, simplemente no camina, queda infructuosa en tanto que carece de aplicabilidad.  Así entonces, estas políticas habría que enriquecerlas al menos con un manual de aplicabilidad para que su implementación no sea solo una mera propuesta metodológica lejana y muchas veces, inalcanzable.

            En el orden de lo puramente curricular, ya son conocidos los esfuerzos multilaterales de algunos profesionales del área que ya trabajan en articular los programas de los diversos ciclos con el fin renovarlos, rediseñarlos y brindar aires de cambio a la enseñanza de la lengua y la literatura, no únicamente desde el cambio de los contenidos, sino también vinculando los contenidos con lo pragmático, con lo metodológico dándole también un giro a la concepción de la mediación pedagógica.

            Hasta hoy queda claro que los retos y desafíos son más numerosos que los logros y que los profesionales del ramo estamos llamados a una vocación que permita cambios sustanciales, significativos en por un aprendizaje significativo de la lengua y  de mejores capacidades comunicativas. Esto es una tarea impostergable dada la realidad multifacética que tenemos actualmente con la comunicación a través de la internet y las redes sociales.


           

Referencias bibliográficas

Ministerio de Educación Pública (2013) Programa de Español de I y II ciclo. San José, Costa Rica.

Sagot, Jaques (2009) El costarricense no lee. En la nación 24 de setiembre, 2009. Recuperado de http://wvw.nacion.com/ln_ee/2009/septiembre/24/ opinion2100290.html el 16 de diciembre, 2015 a las 7:00 p.m.

Savater, Fernando (1997) El valor de educar. Editorial Ariel. Barcelona, España.










No hay comentarios:

Publicar un comentario