La
función de los clíticos: un enfoque didáctico para Sintaxis
Lic. Joao
Antognioni Loáiciga Guzmán
Descripción
del problema
Es
consabido que el análisis sintáctico de oraciones predicativas ofrece ciertas
resistencias en cuanto que el análisis, tradicionalmente, no contempla las
funciones extra sintácticas de los clíticos: me, te, se, nos. Esto ha derivado en algunos análisis
sintácticos incoherentes con el uso de la lengua y que, por tanto, pone en juego la formalidad con que se aborda
el asunto de la transitividad y la intransitividad de los verbos y las oraciones.
En
ese sentido, conviene señalar las funciones sintácticas y asintácticas que
cumplen los clíticos en ciertos entornos para clarificar el tema en relación
con el análisis y la clasificación de las oraciones. Para esto, referiremos
brevemente las funciones sintácticas pronominales de los clíticos en forma
esquemática y por otra parte, la función asintáctica que conlleva funciones más
bien de orden pragmático y discursivo de acuerdo con Villalobos, M. (SF), a
saber: el caso del reflexivo inherente (conocido en algunas gramáticas como
verbos pronominales), los marcadores de voz media e impersonalidad, y los
marcadores de tópico.
Función
sintáctica de los clíticos
Brevemente, se
esbozan esquemáticamente las funciones sintácticas de los clíticos:
Persona
|
Sujeto
|
C D
|
C I
|
1°
|
Yo
|
Me
|
Me o a mí
|
2°
|
Tú
|
Te
|
Te o a ti
|
3°
|
Él o Ella
|
Se~ Lo
|
Se ~ Le o a él
|
1°
|
Nosotros
|
Nos
|
Nos o a nosotros
|
2°
|
Ustedes
|
Se
|
Se ~ Les
|
3°
|
Ellos o Ellas
|
Se
|
Se ~ Les
|
Como
se observa, el comportamiento canónico de los clíticos” lo- la, los y las”
siempre coinciden con la función sintáctica del complemento directo o C.D. así
también, los clíticos le y les desempeñan la función sintáctica de complemento
indirecto. La complejidad del caso
está en los clíticos “me, te, se, nos”
que pueden desempeñar la función de complemento directo o indirecto según la
estructura de la oración.
Vale
la pena recordar, siempre en esta misma dirección, que “le y les” alternan con “se”
cuando el complemento directo proclítico
está antecedido por le, es decir *le
lo trajimos resultaría inaceptable, por
lo cual la lengua recurre al alotagma que está en distribución complementaria:
{le~ se}.
No
obstante, el problema medular se
presentan en el análisis cuando los clíticos no poseen función sintáctica, sino
que poseen funciones discursivas o pragmáticas, obsérvese lo que sucede en
casos como
a) Ella se
arrepintió frente a su enemigo.
b) Carlos se quejó
de los precios de la gasolina.
c) ¡Ey, usted,
cállese!
Frente
a:
a) *Ella
arrepintió frente a su enemigo.
b) *Carlos
quejó de los precios de la gasolina.
c) *¡Ey, usted,
calle!
Estas
últimas dos resultarían inaceptables para el hablante, lo cual es prueba formal
de que constituyen verbos de reflexivo inherente, es decir, donde el “se” no
cumplirá función sintáctica, sino más bien que es parte del verbo y de su carga
semántica, así los infinitivos correspondientes serían: arrepentirse, quejarse
y callarse, con el clítico asintáctico incluido y construyendo, así, una
estructura intransitiva.
Si
se remite a esta misma prueba formal el
caso de otros verbos que no constituyen reflexivo inherente, se puede observar
que las construcciones resultarían aceptables en ambos casos, aunque el clítico
desempeñe otras funciones de corte sintáctico o no, por ejemplo:
a. Eustaquio se
vino temprano.
b. Ellos se
fueron a la fiesta.
c. ¡Váyase para la casa!
Frente a:
a. Eustaquio vino temprano.
b. Ellos fueron a la fiesta.
c. ¡Vaya para la casa!
Construcciones
todas ellas posibles en el español, aunque el clítico sigue aún sin función
sintáctica pero sí pragmática, resulta notorio que los verbos venir e ir no
requieren del clítico inherente para realizarse sintagmáticamente en la lengua.
Así
entonces, cabe la posibilidad de utilizar estas estrategias en modo indicativo
y en modo imperativo para desambiguar aquellas situaciones donde la naturaleza
del verbo requiere especial atención para fomentar un análisis sintáctico más
apegado a la realidad lingüística objetiva.
Los estudiantes de secundaria deberán repetir algunos ejercicios de
comprobación formal con el profesor, similares al anterior, con el fin de que
ellos mismos logren visualizar claramente este fenómeno propio de su lengua
materna ya que no resulta plausible generar una lista exhaustiva.
Sin
embargo, se pueden destacar algunos de estos verbos para ejercitar la práctica
en clase: quejarse, asustarse, darse cuenta, callarse, caerse, esfumarse,
quedarse entre otros que el docente puede someter a prueba.
Clíticos
sin función sintáctica
a. Marcador de Voz Media y Marcador de
Impersonalidad
Las
funciones discursivas de los clíticos en realidad se desprenden de una necesidad del hablante por desprender
un efecto pragmático durante el acto de la comunicación, de acuerdo con la
gramática funcionalista y autores como la Dra. María Eugenia Villalobos.
Así
en si se observan construcciones de la famosa “pasiva con se o refleja” se
puede ver con claridad que, en realidad, el español registra también voz media
como en otras lenguas, y lo hace a través de estructuras no sintácticas sino
más bien de efecto pragmático:
Se
venden helados.
Los
papeles
se llevaron a la oficina.
Ayer
se iniciaron las gestiones correspondientes.
Al
efectuar el análisis sintáctico propiamente, de acuerdo con Villalobos M. no
hay otra cosa, si no construcciones intransitivas, es decir donde las
estructuras subrayadas no son complemento directo (CD), sino sujetos nominales
plenos dada la concordancia gramatical con el verbo; desde luego, a todas
luces, se trata de un rol semántico de paciente pero codificado sintácticamente
como sujeto paciente ya que tiene que haber un elemento extraoracional llevando a cabo el evento verbal lógicamente.
Entonces
se trata de construcciones en voz activa pero con significado pasivo, así pues,
el clítico “Se” cumple una función de efecto pragmático: la marcación de la voz
media.
Por
otra parte, una función pragmática similar se desprende en construcciones
impersonales como:
Se
vive bien en la playa.
Por
ahí se lo criticaron el ensayo.
Se
premió a los mejores promedios.
Construcciones
donde hay complemento oblicuo y complementos directos respectivamente y don el
“se” no está desempeñando función sintáctica. Acá el clítico marca, más bien,
un efecto muy notorio de impersonalidad en el evento verbal ya que se desconoce
quién desempeña el rol de agente en estas oraciones por razones que el hablante
decide de acuerdo con sus necesidades comunicativas.
Los
marcadores de tópico
El
fenómeno de la topicalización emplea el clítico en las estructuras sintácticas
para provocar ciertos efectos pragmáticos donde el hablante percibe la
necesidad darle prominencia a alguno de los argumentos sintácticos.
¡Se
me le hizo una chichota!
¡Tómese
o tomate un café!
En
estas estructuras el clítico da prominencia, en el primer caso, a un dativo de
interés, es decir la inclusión afectiva del hablante en el evento enunciado, o
bien, en el segundo caso, enfatiza la función del sujeto como tal en el
evento. Bien podría decirse esa oración
sin el clítico que enfatiza: ¡Tome o tomá un café!
En
conclusión, los clíticos poseen una naturaleza compleja que debe ser abordada
en la clase de español con el rigor científico que merece como en cualquier
otro conocimiento científico. No ha sido
este un esbozo exhaustivo pero, al menos, constituye un acercamiento
simplificado a la realidad lingüística más descriptiva y objetiva del español
en esta área de tanto detalle como lo es la sintaxis.
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