jueves, 26 de noviembre de 2015

Marcadores de tópico en Español: función de los clíticos.

La función de los clíticos: un enfoque didáctico para Sintaxis

Lic. Joao Antognioni Loáiciga Guzmán

Descripción del problema

Es consabido que el análisis sintáctico de oraciones predicativas ofrece ciertas resistencias en cuanto que el análisis, tradicionalmente, no contempla las funciones extra sintácticas de los clíticos: me, te, se, nos.  Esto ha derivado en algunos análisis sintácticos incoherentes con el uso de la lengua y que, por tanto,  pone en juego la formalidad con que se aborda el asunto de la transitividad y la intransitividad de  los verbos y las oraciones. 
En ese sentido, conviene señalar las funciones sintácticas y asintácticas que cumplen los clíticos en ciertos entornos para clarificar el tema en relación con el análisis y la clasificación de las oraciones. Para esto, referiremos brevemente las funciones sintácticas pronominales de los clíticos en forma esquemática y por otra parte, la función asintáctica que conlleva funciones más bien de orden pragmático y discursivo de acuerdo con Villalobos, M. (SF), a saber: el caso del reflexivo inherente (conocido en algunas gramáticas como verbos pronominales), los marcadores de voz media e impersonalidad, y los marcadores de tópico.

Función sintáctica de los clíticos

Brevemente, se esbozan esquemáticamente las funciones sintácticas de los clíticos:
Persona
Sujeto

C D
C I
Yo

Me
Me o a mí

Te
Te o a ti
Él o Ella

Se~ Lo
Se ~ Le o a él
Nosotros

Nos
Nos o a nosotros
Ustedes

Se
Se ~ Les
Ellos o Ellas
Se
Se ~ Les
Como se observa, el comportamiento canónico de los clíticos” lo- la, los y las” siempre coinciden con la función sintáctica del complemento directo o C.D. así también, los clíticos le y les desempeñan la función sintáctica de complemento indirecto.   La complejidad del caso está  en los clíticos “me, te, se, nos” que pueden desempeñar la función de complemento directo o indirecto según la estructura de la oración.

Vale la pena recordar, siempre en esta misma dirección, que “le y les” alternan con “se” cuando el complemento directo proclítico  está antecedido por le, es decir *le lo trajimos  resultaría inaceptable, por lo cual la lengua recurre al alotagma que está en distribución complementaria: {le~ se}.

No obstante, el  problema medular se presentan en el análisis cuando los clíticos no poseen función sintáctica, sino que poseen funciones discursivas o pragmáticas, obsérvese lo que sucede en casos como

a)    Ella se arrepintió frente a su enemigo.

b)    Carlos se quejó de los precios de la gasolina.

c)    ¡Ey, usted, cállese!

Frente a:

a)    *Ella arrepintió frente a su enemigo.

b)    *Carlos quejó de los precios de la gasolina.

c)    *¡Ey, usted, calle!

Estas últimas dos resultarían inaceptables para el hablante, lo cual es prueba formal de que constituyen verbos de reflexivo inherente, es decir, donde el “se” no cumplirá función sintáctica, sino más bien que es parte del verbo y de su carga semántica, así los infinitivos correspondientes serían: arrepentirse, quejarse y callarse, con el clítico asintáctico incluido y construyendo, así, una estructura intransitiva.

Si se remite a  esta misma prueba formal el caso de otros verbos que no constituyen reflexivo inherente, se puede observar que las construcciones resultarían aceptables en ambos casos, aunque el clítico desempeñe otras funciones de corte sintáctico o no, por ejemplo:

a.     Eustaquio se vino temprano.

b.     Ellos se fueron a la fiesta.

c.     ¡Váyase  para la casa!

Frente a:

a.     Eustaquio  vino temprano.

b.     Ellos  fueron a la fiesta.

c.     ¡Vaya  para la casa!

Construcciones todas ellas posibles en el español, aunque el clítico sigue aún sin función sintáctica pero sí pragmática, resulta notorio que los verbos venir e ir no requieren del clítico inherente para realizarse sintagmáticamente en la lengua.

Así entonces, cabe la posibilidad de utilizar estas estrategias en modo indicativo y en modo imperativo para desambiguar aquellas situaciones donde la naturaleza del verbo requiere especial atención para fomentar un análisis sintáctico más apegado a la realidad lingüística objetiva.  Los estudiantes de secundaria deberán repetir algunos ejercicios de comprobación formal con el profesor, similares al anterior, con el fin de que ellos mismos logren visualizar claramente este fenómeno propio de su lengua materna ya que no resulta plausible generar una lista exhaustiva.

Sin embargo, se pueden destacar algunos de estos verbos para ejercitar la práctica en clase: quejarse, asustarse, darse cuenta, callarse, caerse, esfumarse, quedarse entre otros que el docente puede someter a prueba.

Clíticos sin función sintáctica

a.   Marcador de Voz Media y Marcador de Impersonalidad

Las funciones discursivas de los clíticos en realidad se desprenden de     una necesidad del hablante por desprender un efecto pragmático durante el acto de la comunicación, de acuerdo con la gramática funcionalista y autores como la Dra. María Eugenia Villalobos. 

Así en si se observan construcciones de la famosa “pasiva con se o refleja” se puede ver con claridad que, en realidad, el español registra también voz media como en otras lenguas, y lo hace a través de estructuras no sintácticas sino más bien de efecto pragmático:
Se venden helados.

Los papeles se llevaron a la oficina.

Ayer se iniciaron las gestiones correspondientes.


Al efectuar el análisis sintáctico propiamente, de acuerdo con Villalobos M. no hay otra cosa, si no construcciones intransitivas, es decir donde las estructuras subrayadas no son complemento directo (CD), sino sujetos nominales plenos dada la concordancia gramatical con el verbo; desde luego, a todas luces, se trata de un rol semántico de paciente pero codificado sintácticamente como sujeto paciente ya que tiene que haber un elemento extraoracional  llevando a cabo el evento verbal  lógicamente.

Entonces se trata de construcciones en voz activa pero con significado pasivo, así pues, el clítico “Se” cumple una función de efecto pragmático: la marcación de la voz media.

Por otra parte, una función pragmática similar se desprende en construcciones impersonales como:

Se vive bien en la playa.

Por ahí se lo criticaron el ensayo.

Se premió  a los mejores promedios.


Construcciones donde hay complemento oblicuo y complementos directos respectivamente y don el “se” no está desempeñando función sintáctica. Acá el clítico marca, más bien, un efecto muy notorio de impersonalidad en el evento verbal ya que se desconoce quién desempeña el rol de agente en estas oraciones por razones que el hablante decide de acuerdo con sus necesidades comunicativas.

Los marcadores de tópico

El fenómeno de la topicalización emplea el clítico en las estructuras sintácticas para provocar ciertos efectos pragmáticos donde el hablante percibe la necesidad darle prominencia a alguno de los argumentos sintácticos.

¡Se me le hizo una chichota!

¡Tómese o tomate un café!
En estas estructuras el clítico da prominencia, en el primer caso, a un dativo de interés, es decir la inclusión afectiva del hablante en el evento enunciado, o bien, en el segundo caso, enfatiza la función del sujeto como tal en el evento.  Bien podría decirse esa oración sin el clítico que enfatiza: ¡Tome o tomá un café!

En conclusión, los clíticos poseen una naturaleza compleja que debe ser abordada en la clase de español con el rigor científico que merece como en cualquier otro conocimiento científico.  No ha sido este un esbozo exhaustivo pero, al menos, constituye un acercamiento simplificado a la realidad lingüística más descriptiva y objetiva del español en esta área de tanto detalle como lo es la sintaxis.

No hay comentarios:

Publicar un comentario